Una sonrisa amarilla
sobre un fondo gris de asfalto y miseria.
No mas de cinco años llenos de dolor y hambre.
Y tal vez no menos de treinta años de experiencia
en unos minúsculos hombros...
Lo achacamos a la suerte
y no merecemos mas que muerte.
No es suerte la vida de un niño,
no es suerte en que suelo crezcas.
Es egoísmo lo que nos lleva
a una vida de ciega ironía,
llena de mentiras y lágrimas ahogadas.
Una sonrisa amarilla
sobre un fondo negro de humo y sangre.
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