Ardía
y yo sin saberlo,
reía.
Moría
y yo sin saberlo,
lo resucitaba.
Y así se escondía
el Sol
y se iba la luna,
día tras día.
Sin mas espera que la muerte.
Y yo, cada día, estaba mas cerca de ella
y el sistema mas alejado...
Debía matarlo yo!!
Pero se me agota el tiempo...
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