Todo empezó con una mirada.
Sin mas ánimo que el de hablar,
nuestras lenguas empezaron a unirse,
primero con palabras
seguidas de risas y mas miradas.
Esas miradas, como cuerdas
nos fueron uniendo.
Ahora las lenguas entrelazadas entre si
fundíanse entre los labios...
Nuestras manos entraron en contacto
como lava y hielo.
Mi cuerpo tumbado en su cama
ha disposición de sus caricias dejó de responderme,
ahora era yo la guiada por mi cuerpo
y por el suyo...
por sus caricias y su pasión indomable.
Perdí de vista sus ojos
cuando empecé a sentir sus manos
apoderarse de mi cintura,
me agarro fuertemente y cuando
ya daba por perdidos sus labios
los noté de nuevo en mi placer.
Besaba mis labios menores
con una salvaje sutileza...
Me empecé a fundir con las sabanas
hasta que me dí cuenta que mi cuerpo
era dominado por el gozo.
Mientras introdujo sus dedos
haciéndome tocar el cielo
sus labios empezaron a explorar
mi clitoris.
Me sentía indefensa ante tal ataque de placer,
pero me volví sumisa ante su lengua
que me servía de puente
entre el paraíso y la tierra.
Las únicas palabras que me salían eran gemidos,
suplicas de placer y pasión.
Y siguió dentro de mí,
pero esta vez yo dominaba
yo sola buscaba mi gozar entre sus piernas
Subía y baja,
y yo iba y venía,
mi cuerpo era un balancín de placer
mi piel se erizaba y mi garganta se secaba con cada gemido
No necesitaba agua...
solo su cuerpo dándome lo que mas necesitaba...
placer!!
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