jueves, 24 de abril de 2014

Un jamás esperado lamento

Intento hacerte el amor
con cada mirada
que consigues esquivar...

Mi pecho se derrite
sin sentido alguno
al solo imaginarte
acercarte sin miedo
al sentimiento
que sigo ciego y loco...

Mi perdición empieza
en tí
y acaba en nosotros...

No existe el Yo,
ni un jamás,
ni un nunca...

Solo posibles quizáses
de tal veces enroscados
en lujuria esporádica y amor eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario