Mil cuerpos podré rozar,
que sé, que mi malestar no se saciará.
No necesito pechos entre mis manos,
ni culos prietos que endurezcan a mi espíritu.
Solo busco una mano que se pierda en mi pelo,
que se funda en mi pecho, mientras mis lágrimas
mojen, saladas y ásperas, su blusa...
Y que mis palabras de tristeza y desconsuelo
inunden sus oídos...
Ojala existan tales milagros
Ojala una noche, con sus labios,
seque el lago que ahoga mis sentidos,
que me recoja con su mano amiga
y me abrace con brazos de amante...
Ojala una noche la encuentre y no se aleje
Que me mire y se quede fija en mis ojos
y que mis pelos se ericen
y mi piel se derrita...
Solo necesito un milagro
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