jueves, 10 de noviembre de 2011

La puerta a mi mente

Sentado en una silla
frente a la puerta de mi mente
gritos, ahogados por las lágrimas
que brotan del dolor,
incoherentes, por la vida que viví,
estallan tras ella,
y aterrado y tembloroso
giro el pomo de mi perdición
y desaparezco entre lágrimas y profundos lamentos
que al cerrar la puerta tras de mí
vuelven a la paz y a la calma que jamás yo conocí.

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